lunes, 9 de mayo de 2011




La noticia publicada a principios de la semana pasada por El Universal acerca de un pueblo en el Estado de Michoacán cuya comunidad, hasta la madre de los abusos del narco, ha decidido levantarse en armas y con ello tomar las riendas del gobierno de su Municipio, hace reflexionar sobre la imperiosa necesidad de refundar el Estado Mexicano y la inmensa mayoría de sus instituciones.

El mexicano, tan acostumbraso a que papá gobierno haga todo por él, nunca preocupado en toda su historia por pedir cuentas, mucho menos ser participe activo en la toma de decisiones y su ejecución, se va dando cuenta de la más dolorosa de las formas que el lugar donde vive, el que considera patria ya no es más de él, se lo han robado, arrebatado de las manos y con el la vida de muchos de los suyos y la seguridad de los que quedan a su lado, es precisamente ahí en el concepto que yace en la palabra "Patria" donde en medio de este dolor empezamos a despertar, la tierra de nuestros padres, el lugar en que nacimos, hemos crecido y desarrollado, donde amamos y donde lloramos, ese lugar que en otros tiempos se defendía con la vida por que ese suelo se consideraba sagrado lo cedimos, cedimos la custodia, la administración, la riqueza y la libertad de todos nosotros y en el pecado llevamos la penitencia.

¿Qué hacer ante escenario tan magro? Ojalá fuera una pregunta de respuesta simple, sé que no hacer, no se debe seguir con una guerra absurda que a todas luces se va perdiendo, que no pedimos y que no hace sino empeorar la situación, si me equivoco que alguien me proporcione datos duros , por supuesto nadie lo hará, la guerra que hoy desangra al país, más allá de los motivos políticos y las aspiraciones legitimadoras de quién la inició es un error que tomará lustros enmendar.

Por eso vuelvo a preguntar: ¿Como solucionamos esto, como arreglamos al País, como salvamos a México? El salir a las calles es un buen comienzo, nos ayuda a desahogarnos, es un ejercicio catártico, pero llevamos años, décadas haciendolo ¿Y luego? Nada ha pasado por que no nos atrevemos a madurar como sociedad y dar el siguiente paso, por que nuestros padres, la generación del fracaso, se estancaron, se resignaron, en su mayoría fueron absorbidos por el sistema, aceptemoslo, tuvieron miedo y ese miedo les ganó. Lo que sigue es tomar las riendas de nuestra comunidad, sino de manera tan radical como el pueblito michoacano que contaba al principio, si de una forma decidida y constante, nuestro barrio, colonia, pueblo son un pedacito de esta patria que llamamos México, al hacernos cargo de su destino vamos quitandole cotos de poder al corrupto sistema que actualmente nos gobierna y por tanto a la delincuencia que ese sistema engendró, llevando a cabo estas acciones empezaremos a refundar el Estado Mexicano, creo que para comenzar un cambio no se necesitan grandes refomas, la gran reforma será, debe de ser el que utilicemos el dolor y la pena, el hastío para quitarnos la venda de los ojos y entendamos de una vez por todas que el cambio nunca vendrá de arriba hacia abajo.