
Chuck Palahniuk al escribir el libro, David Fincher al dirigir la película y Pitt y Norton al actuarla, crearon un icono de la cultura pop, un producto que después del 9/11 hubiera sido imposible que viera la luz, una pieza incomprendida y malinterpretada.
Amé la película, la vi más de diez veces, sin embargo el libro lo leí doce años después de ver por primera vez "El club de la pelea", acepto que llevado por toda esa adrenalina y la magistral forma en que la trama te atrapa (con toda esa oferta caótica y anárquica que todos en algún momento de nuestras vidas hemos querido tomar)que no comprendí el trasfondo del texto hasta que tuve en mis manos la edición del mismo prologada por el autor, el cual, explica; era retratar la manera en que el sexo masculino se relaciona entre si dentro de los estándares de la sociedad moderna, las peleas (relata en el mencionado prólogo) pasan a segundo plano, no son más que pirotecnia, un pretexto, confiesa el Palahniuk que lo mismo podía haber escrito sobre un club de construir graneros, de hecho al gran público le hubiera fascinado "El club de construir graneros" pero hubieran seguido sin entender la esencia.
Antes de fenómeno desencadenado por el provocador libro que dio paso a la película de culto, el tema central, el punto de la trama era explorar el como el hombre moderno comparte sus sentimientos con sus congéneres en un mundo donde se le define por sus posesiones, un universo de corporaciones donde se le reconoce como proveedor, bebedor de cerveza y adicto a los deportes, donde ha vivido una realidad de padres ausentes, una generación de varones criados casi enteramente pos sus madres, sentenciada a pagar por los errores y los excesos de las generaciones que le precedieron,donde tiene que cuidar el agua que los abuelos desperdiciaron, reciclar la basura que no reciclaron, y entre muchas otras cosas pagar por la misoginia histórica de la humanidad, somos los hijos medianos de la historia, bien nos definió Tyler Durden.
Atrapados en esta coyuntura histórica nos encontramos nosotros, los hombres de principios del siglo XXI, enfrentados a una doble moral que nos juzga de acuerdo a la conveniencia de una sociedad que nos aísla, una sociedad de doble moral que pregona la equidad pero que segrega, donde por ley la vida de una mujer vale más que la de un hombre.
¿Qué hizo el protagonista de "El club dela pelea" al encontrarse en medio de esta coyuntura? Creo un alter ego que vivía enteramente para sabotear todo lo que le parecía despreciable de esta sociedad, que reclutó un ejército de hombres despreciados por ella, hombres como los de el grupo de cáncer de testículos, quienes
sólo podían expresar sus sentimientos, sus miedos y frustraciones y soltar su llanto en un salón, aislados del mundo que no los consideraba como "hombres incompletos" por que ya no encajaban en el perfil requerido, hombres discriminados como meseros, obreros, oficinistas corporativos, quienes representan el 98 por ciento de la población mundial y quienes realmente hacen funcionar las cosas en este mundo.
Me pregunto que es lo que habría hecho Tyler Durden si existiera o hubiera sido ideado en este 2012, en esta realidad de redes sociales, en esta ciudad de vagones exclusivos para mujeres. ¿Qué tipo de club hubiera creado para los que buscan una forma de desahogar sus frustraciones y sobre todo para los que buscan expresar sus sentimientos y donde que esas expresiones encuentren eco en otro tipo como tú?
Ese era y es el meollo del argumento central de ese gran libro, y ese es el meollo de uno de los más grandes y subestimados problemas de nuestro tiempo, que de una u otra manera debemos enfrentar y solucionar antes que de la mente de uno de esos millones de hombres nazca un Tyler, aunque en mi opinión es sólo cuestión de tiempo.